carta abierta de un turista en su propia tierra
dime qué hizo que te siguiera escuchando.. qué impidió que te soltara 120 decibeles en tu cara de vaso plástico tú sabes de qué estoy hablando y la audiencia, si presenció, puede recordar el episodio. que el concierto de naciones le tenga simpatía a los bolivianos no quiere decir que los bolivianos tengan razón 20 millones de mexicanos pueden estar equivocados, su persecución dolorosa de una reivindicación imperial que no llega me tiene sin cuidado
no me importa en absoluto de donde viene el textil que utilicé, estando ahí colgado en un mercado cualquiera de La Paz, lo único que me llamó fueron sus colores. No hablé con ninguna señora portadora de la maldición del tercer mundo trabajador, ni entrevisté a ningún cargador de bolsas en la calle, ni me interesó la historia de ningún niño lustra botas. Yo recogí ese textil como elijo el color de las calcetas que me pongo. No me interesa la Historia con H grande .. quiero cuentos, cuentos que me quedan a mí y a todos mis compañeros. Que podemos vivir, no memorizar. Una historia como cuando juegas, que las reglas duran cuanto dura el juego. Se acaba y te vas a otro lado. ¿Y los buses? esos carros de lata fueron hecho por presos de la cárcel de San Pedro. ¿Crees que me interesan sus condenas o sus delitos?. Fuí, ví ...y compré. Pagué lo que ellos pedían. Luego trabajé en modificarlos como se vuelve a pintar un auto que participó en un crimen. Los hacen en muchos otros lugares mencionaste, y bueno, ¿qué diferencia hace? si el verde con amarillo y el toyota rojo los encontré ahí. Ahí por donde caminé.
Dijiste que debiese ser mi tarea investigar las fuentes de lo que utilizo ..¿Por qué? Dijiste que lo que hago extiende la ignorancia. No sé de lo que hablas. Yo te digo ese cuaderno lo dejé abandonado en el baño del colegio hace años. Si lo encontrara hoy sólo recogería su cubierta. Con ella te enviaría una postal desde donde estubiese. Me llamas cínico, pero yo soy un turista en tu cultura y junto a mi cámara de plástico sonrío.
No más la Historia que hay que heredar. Me aburre. No la sé. No la entiendo. Y aún así, hago.
Oscar Raby |
No hay comentarios:
Publicar un comentario